¿Cuál es la diferencia entre ristretto, espresso y lungo?

26/05/2023

Con una técnica similar en cuanto a su preparación, estas tres formas de tomar café son muy populares dentro y fuera de bares y cafeterías. En el blog de Cafés Moreno explicamos las diferencias entre ristretto, espresso y lungo, y cómo cambia el sabor y la concentración de cafeína en cada uno de ellos.

Diferencias entre el ristretto, espresso y lungo

Son tres variedades de café que solo se diferencian en cuanto al tiempo de extracción y cantidad de agua.

El café espresso, de un sabor intenso característico, es el que más se consume por los amantes del café. La diferencia entre el espresso y el ristretto es que este último cuenta con la misma cantidad de café, pero con la mitad de agua, por lo que se consigue una versión reducida del espresso y más dulce.

Por el contrario, la diferencia entre café lungo y espresso, o café lungo y ristretto es la cantidad de agua, utilizando el doble, aunque siempre con la misma cantidad de café que los dos anteriores.

El café espresso

Para empezar, hay que saber en qué consiste un café espresso, puesto que a partir de las medidas de este tipo de preparación de café, se elaboran los otros dos. Un café espresso consiste en hacer pasar agua caliente a presión a través de los granos de café muy molidos.

La extracción del espresso, que tiene 150 miligramos de cafeína en tan solo 30 mililitros, se produce entre 20 y 30 segundos, dependiendo de la máquina con la que se trabaje. Se caracteriza por su sabor y textura muy concentrados y, a partir de un café espresso, se pueden elaborar otros tipos de café como el latte o el capuchino.

El café ristretto

La preparación de un café ristretto es muy similar a la del café espresso. El ristretto utiliza la mitad de agua y la misma cantidad de café molido muy fino para su elaboración. El resultado en taza es una bebida muy concentrada en cuanto a sabor, pero más dulce debido a que su tiempo de extracción es más corto que en el café espresso.

El café lungo

El café lungo también se conoce como café largo. Su preparación consiste en utilizar la misma cantidad de café molido, pero el doble de agua que en un café espresso. Es importante no confundirlo con un café americano, en el que se añade agua caliente al café elaborado a posteriori.