El café, ¿en grano o molido?
¿Qué es mejor? Es una cuestión que seguro te has planteado en más de una ocasión. Te sacamos de dudas en el blog de Cafés Moreno.
Lo cierto es que para obtener una taza de café, hay que moler el café de todas formas.
Entonces, ¿cuál es mejor?
En Cafés Moreno te invitamos a apostar por el café en grano. La realidad es que el aroma del café se percibe al moler el café al instante con un molinillo, por lo tanto, es recomendable comprar café en grano ya que mantiene todas sus propiedades organolépticas intactas.
Si quieres tener un café con todo el aroma y el sabor, lo mejor es comprar el café en grano, consumirlo lo antes posible y guardarlo a salvo de la luz y oxígeno del aire y la humedad. El café en grano se conserva fresco durante más tiempo y al molerlo en el momento, el aroma se mantiene mucho mejor. Un 60% de los compuestos volátiles del café se pierden solo 15 minutos después de moler el grano.
El café molido se pasa antes y pierde propiedades al estar en contacto con el aire, se oxida y pierde su aroma. El café recién molido conserva todas sus propiedades aromáticas y de sabor, así que, si vas a moler café, procura que sea en pocas cantidades y consumirlo de inmediato una vez molido. Es verdad que el café molido es más barato y más cómodo a la hora de preparar un café, pero el resultado puede cambiar mucho.
Según el sistema de extracción
Es necesario que el agua sea capaz de extraer todas las propiedades del café y, si está en forma de grano, no vamos a conseguirlo.
Cada sistema de extracción tiene unas necesidades diferentes en cuanto al grado de molido. El café puede molerse grueso, medio o fino, pero el que elijas es crucial porque el grosor determina qué tanto tiempo está el grano de café molido con el agua y esto dará como resultado un mejor sabor y textura.
También hay que tener en cuenta que cada cafetera necesita un tipo de molido determinado y es esencial elegir un buen molinillo de café que no aumente la temperatura del café mientras lo muele.
La consistencia depende de cómo quieras prepararlo. Cuanto más fino esté el café, habrá menos resistencia para que el líquido extraiga el sabor pero no tiene por qué ser lo mejor, ya que el resultado podría ser una bebida muy amarga o intensa.
- Cafetera de prensa francesa o de émbolo: molido grueso. En este tipo de cafeteras, el agua debe tener mayor superficie de contacto con el café para extraer al máximo su aroma y sabor.
- Cafetera de goteo: molido mediano. Si empleamos un café de molienda muy fina, el agua tardará demasiado en atravesar el filtro y el café será muy amargo.
- Cafetera italiana: molido medio, de un grosor del grano tipo arena de playa. Podríamos utilizar molienda fina pero si el grado de molienda es excesivamente fino, corremos el riesgo de que el café salga muy amargo. No hay que prensar el café en la cafetera.
- Cafetera espresso: molido fino, casi polvo. Esta cafetera en tan solo 25-30 segundos extrae el máximo aroma, sabor, crema e intensidad del café. Tiene que ser fina para conseguir que el agua entre en contacto con la mayor parte posible de café en el menor tiempo posible, ya que la extracción es muy rápida.
Como ves, siempre que se pueda, es mejor moler el café en el momento de prepararlo pero si no es posible se puede optar por cafés ya molidos de gran calidad. Lo único que hay que hacer para conservar sus propiedades es guardarlo en una caja hermética una vez abierto el paquete.