La infusión de hoja de cafeto es una bebida ancestral que está ganando popularidad en el mundo occidental por sus propiedades beneficiosas para la salud. Este subproducto natural de la planta de café está dirigido al público consumidor de infusiones y tés, y también, a los que buscan nuevas propuestas saludables, además de sostenibles. En el blog de Cafés Moreno te contamos todos los secretos de esta infusión.

La infusión de hojas de café se ha consumido durante cientos de años en determinadas culturas como un remedio tradicional para tratar afecciones de la salud. En Etiopía por ejemplo, se conoce como ‘kuti’ y en Indonesia como ‘kawa dawn’. Pero también es muy popular en Sumatra, Jamaica, India, Java y Sudán, donde históricamente, los caficultores guardaban el grano para vender o para ceremonias y utilizaban las hojas de cafeto para preparar infusiones sanadoras para autoconsumo.

Gracias a su alta acumulación de compuestos fenólicos, las hojas de café, según han demostrado diversos estudios, contienen una concentración mucho mayor de antioxidantes que las de los tés verdes o negros tradicionales, lo que ayuda a combatir nuestro deterioro celular. También se le atribuyen propiedades antiinflamatorias por su alto contenido en mangiferina (habitualmente encontrado en los mangos) utilizado en la medicina tradicional india, centroamericana, china y africana.

Los ácidos clorogénicos presentes en la hojas de café aportan a la bebida efectos antioxidantes que actúan como un excelente estimulante para nuestro metabolismo, mientras que con niveles de cafeína similares e incluso más bajos a los del té verde, la infusión de hojas de café produce la misma sensación de concentración con relajación. Más allá de su uso tradicional en determinados países, cada vez empieza a utilizarse más en otros lugares a medida que son conocidas todas sus propiedades.

Producción y preparación de la infusión

Al igual que el grano de café, las infusiones de hojas de cafeto cambian de sabor y de aroma según la variedad de café utilizado y el lugar de producción de la planta. En taza, esta infusión no tiene sabor a café. Es una bebida mucho más suave, de baja astringencia, cuerpo sedosos y generalmente muy dulce, otorgando al paladar un final limpio y dulce. Cabe destacar que, aunque se compare habitualmente con el té verde, la infusión elaborada con hojas de cafeto no es un té.

Tras recoger las hojas de los cafetos, los caficultores las secan antes de trasladarlas a plantas especializadas donde se clasifican, se limpia el producto de cualquier elemento extraño, se trituran en pequeños trozos y se introducen en bolsitas especiales para infusión. Para preparar la bebida de hojas de café, se sigue le mismo proceso que en la preparación de té (excepto que las hojas de café permiten ser infusionadas varias veces). El sabor dulce natural de la infusión hace, además, innecesario el azúcar para su degustación.