Preparas tu cafetera como todos los días pero cuando ha terminado… ¿no ha salido todo el café? Los motivos pueden ser diversos, así que sigue leyendo para que no te lleves una sorpresa desagradable al abrir la cafetera.

Utilizas demasiado café

Puede ser que estés utilizando más café del necesario para llenarla. Si has echado más café del necesario, seguramente hayas necesitado aplastarlo para poder cerrar la cafetera.

¿Qué pasa si esto ocurre? El vapor de agua de la cafetera no podrá ascender de forma correcta, haciendo más difícil que salga todo el café. Tanto si eliges moler el café en casa como si lo compras ya molido, procura llenar el depósito a ras. Para asegurarte de ello, puedes pasar un cuchillo por la superficie para eliminar el sobrante.

La cafetera no está bien tapada

Puede ser que la tapadera no esté puesta o esté mal ajustada. Si hay huecos alrededor de la tapa, el vapor del agua hirviendo se escapará, impidiendo que el agua llegue a la parte superior de la cafetera.

El filtro está sucio

Lo mejor para evitar esto es llevar un mantenimiento adecuado de tu cafetera. La forma más sencilla de mantener el filtro limpio es desmontar la cafetera y sacar la junta de goma y el filtro para lavarlo en profundidad bajo el grifo. Si los agujeros están obstruidos, puedes utilizar un alfiler o dejar el filtro sumergido en agua caliente durante unos minutos.

El conducto por el que sube el café está obstruido

¿Has comprobado si el conducto está obstruido? Si el conducto no está despejado, es posible que no esté subiendo la cantidad de agua necesaria para prepararlo. En muchos casos, estas obstrucciones se deben a la acumulación de cal, pero se puede solucionar fácilmente limpiando la cafetera. Echa en el depósito del agua una cucharada sopera de bicarbonato, una o dos de vinagre blanco y agua caliente. Después pon la cafetera a hervir. Cuando termines, enjuaga bien la cafetera y ya estará lista para utilizar.

Hay una fuga en la cafetera

Es una posibilidad muy remota, pero puede ocurrir. Estas fugas pueden producirse por el desgaste de la cafetera, porque no se ha cerrado bien o porque la junta de goma no está en buen estado y no cumple su función. Para saber si este es el motivo, puedes poner a hervir un poco de agua con jabón. Si realmente hay fuga, verás cómo aparecen burbujas en el punto en el que esté la fuga.

Entonces, ¿cómo conseguimos que suba todo el café en la cafetera italiana?

• Llena el depósito de agua con agua caliente hasta la válvula, a ser posible con agua filtrada o agua de mineralización débil.
• Llena el embudo con café sin apretarlo para que el agua pueda subir sin problemas.
• Enrosca la parte superior de la cafetera a la base y asegúrate de que quede bien cerrada.
• Pon la cafetera a fuego medio y deja la tapa abierta.
• Fíjate en que el café que comienza a fluir por el conducto tenga un color marrón oscuro. Cuando su color pierda intensidad y pase a ser de un tono amarillento, apaga el fuego y disfruta de tu taza.