¿Sabías que la cafeína es el componente psicoactivo más consumido del mundo? En el Blog de Cafés Moreno te explicamos los efectos de este estimulante y su comportamiento en los diferentes productos que la contienen.

La cafeína, localizada en 60 especies de plantas, concentra en los granos de café, las hojas de té y los granos de cacao a sus tres máximos representantes en cuanto a productos comestibles “con cafeína” se refiere. Es por ello que, el café, el té y el chocolate se conocen como bebidas y alimentos estimulantes. Sin embargo, los efectos de la cafeína en nuestro organismo no son los mismos según qué producto de estos tres consumamos.

Ya sea para afrontar una noche de insomnio o para mejorar la resistencia física durante el deporte, la cafeína es un estimulante deseado por diferentes motivos pero escogido por un único resultado: la estimulación energética. La cafeína logra este efecto al bloquear las señales de fatiga que dejan de transmitirse al cerebro. Nuestro cuerpo sigue fatigado pero el cerebro no se da cuenta, por lo que sigue funcionando con altos niveles de dopamina hasta que se agota el efecto de la cafeína y el cansancio surge de golpe.

Aunque se localiza en más de medio centenar de especies de plantas, la cafeína de consumo generalizado es la aportada por el café, el té y el chocolate pero no actúa de la misma manera en los tres productos.

¿A que se debe?

En el café y en el té, el contenido de cafeína varía según el origen, el tipo y la preparación de la bebida. Como ejemplo, las hojas de té contienen más cafeína que los granos del café pero como el café se elabora a temperaturas más altas que el té, la preparación del café extrae más cafeína que la del té.

La temperatura del agua, el tiempo de preparación y la cantidad de producto son, incluso, más importantes que el tipo de té en cuanto a cantidad de cafeína se refiere en la bebida final; por lo que, es incierto que el té negro tenga más cafeína que el blanco o el verde porque esté oxidado, sino porque su tiempo de preparación es más prolongado. Sin embargo, en el café es diferente: el café Robusta tiene mucha más cafeína que el café Arábica, mientras que en el caso del cacao, su contenido varía dependiendo de su temporada de cosecha o de su zona de cultivo.

Es difícil decir cuánta cafeína contiene cada uno de estos productos pero en términos generales sí que podemos decir que el café ocupa el primer lugar seguido del té (elaborado) y luego el chocolate negro (incluso en los porcentajes de cacao más altos).

¿Cómo se comporta la cafeína en el café, té y chocolate?

CAFÉ 

La cafeína es el principal compuesto activo del café y el que le dio nombre a esta bebida tan popular y conocida. Los efectos que produce son muy conocidos: como dato positivo, previene la somnolencia, aumenta el estado de alerta y mejora el rendimiento cognitivo, además de tener numerosas ventajas para la salud. Sin embargo, los efectos varían según la cantidad ingerida y la tolerancia personal a este componente. La cafeína no aporta nueva energía al cuerpo, sino que evita que nos sintamos cansados y fatigados, lo que nos hace creer que estamos animados y enérgicos cuando en realidad físicamente no lo estamos.

En comparación con la cafeína del té, la cafeína del café tiene la capacidad de ser mucho más rápida en producir los efectos deseados.

TÉ 

Originalmente llamada “teína”, la cafeína en el té se descubrió por primera vez en 1827. Más tarde se demostró que la teína del té era idéntica a la cafeína del café, debido a que son la misma molécula, y así se eliminó el término teína. Es la combinación de cafeína con otras sustancias del té (polifenoles oxidados, taninos de tearubigina y el aminoácido L-teanina por ejemplo) lo que crea efectos diferentes a los de la cafeína en el café. Gracias a estas sustancias la cafeína del té se propaga lenta y continuamente por el cuerpo en un lapso de 6 a 8 horas, brindando la mejora cognitiva y el estado de alerta de la cafeína pero en un estado relajante y tranquilo que contrasta con la explosión de energía en 1 o 2 horas que aporta el café.

CHOCOLATE

Ese trozo de chocolate negro que consumimos cuando hacemos deporte te da energía y muchos creen que se debe a la cafeína del mismo. Pero en realidad, el contenido de cafeína en el chocolate amargo es extremadamente limitado, especialmente comparado con las cantidades que nos aportan el café y el té. De hecho, el contenido de cafeína en el chocolate es tan bajo que ni siquiera activa los mecanismos neuronales.

Y es que en realidad, lo que nos aporta energía después de comer un trozo de chocolate es otro estimulante llamado teobromina, un compuesto natural que encuentra su fuente principal y más popular en el cacao. Este estimulante pertenece a la misma clase de estimulantes que la cafeína pero sus efectos en el cuerpo y en la mente son diferentes. Si la cafeína es un estimulante fuerte del sistema nervioso, la teobromina es bastante débil y actúa más como un relajante del músculo liso. Del mismo modo, y más similar a la energía calmante del té, la teobromina ofrece una energía constante sin los picos y golpes de la cafeína del café, haciendo de este componente una sustancia más suave, de inicio lento, duradero y no adictivo.

Como hemos visto, la cafeína actúa de diferente manera dependiendo del producto que se consuma, aunque contengan el mismo componente. Podemos decir que el café nos aporta una energía vigorosa, el té una energía calmante y el chocolate una energía viva. La preferencia por uno u otro ya es cuestión personal.

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